El ser humano está constituido principalmente de agua, un elemento de importancia vital para nuestra supervivencia. Al realizar una actividad física, como puede ser una ruta de trekking o cicloturismo, gastamos mucha energía y nos deshidratamos más rápidamente. Por eso es tan importante prever bien las cantidades de agua que transportaremos, conocer los síntomas de la deshidratación y saber cómo combatirla.
Prever cantidades
Si vas a estar todo el día lejos de una civilización, es probable que no tengas acceso a una fuente de agua potable. Por ello es importante prever la cantidad de agua que cargaremos en nuestra cantimplora antes de salir de caminata. La cantidad de agua recomendada para una excursión de un día es de 2 litros de agua por persona.
Síntomas de deshidratación
Si pasamos más de dos horas caminando, especialmente con altas temperaturas y tiempo soleado, es probable que empecemos a notar síntomas de deshidratación. El primer síntoma de deshidratación es el dolor de cabeza, a menudo exacerbado por una insolación. Otros síntomas también serían la generación de poca orina y la piel reseca.
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Cómo combatirla
Si estás en estado de deshidratación y encuentras una fuente de agua, bebe tragos pequeños y lentamente. Sí, sé que te mueres de sed, pero si tomas mucha agua de golpe podría producirte vómitos. Recomendamos encarecidamente que lleves siempre encima algún método de potabilización de agua para situaciones de emergencia.
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Cómo prevenirla
Para evitar deshidratarte durante una ruta de senderismo o cicloturismo prolongada, es recomendable beber agua repetidamente y a sorbos pequeños, aunque no tengas sed. También es preciso llevar una gorra o sombrero para evitar una posible insolación. Nunca derroches el agua que transportas para sobrevivir hasta estar muy seguro de estar llegando a alguna fuente de agua potable para recargar.
Cuando no uses tus cantimploras durante un tiempo prolongado, guárdalas bien lavadas y secas, destapadas y ventiladas para evitar la formación de hongos, mal sabor y mal olor.