Este truco puede ser muy útil en caso de supervivencia o acampadas, y da muy buen resultado. Debe ser una piedra lo suficientemente grande para maniobrar, en este caso huevos, y debemos procurar que sea lo más plana y lo menos porosa posible.
- Lavamos y cepillamos la roca, colocándola en posición elevada (apoyándola en otras rocas) de tal forma que podamos encender el fuego debajo.
- Encendemos el fuego y esperamos a que la piedra esté a la temperatura justa. Para ello, dejaremos caer en la piedra una gota de agua, la misma debe moverse enérgicamente hasta desaparecer, pero no evaporarse rápidamente, ése es el punto justo y el que hay que mantener.
- Ponemos algo de aceite para que no se pegue y listo. Deslizar el huevo sobre la piedra con destreza y esperar a que se cocine por completo. También puede utilizarse para cocinar verduras, carnes o pescados.
Se puede consumir desde la piedra en forma comunitaria o servir sobre un pan o plato.
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¡Buen provecho campistas!

