El gazpacho y salmorejo, las dos modalidades de sopa fría a base de hortalizas e ingredientes de la dieta mediterránea, son dos de los platos más significativos de la cultura culinaria andaluza que asombran a todos los extranjeros. Nunca fue tan sencillo conquistar a alguien.
A diferencia del gazpacho, el salmorejo no se elabora a partir de verduras variadas, sino que es el tomate su única base. Otra diferencia es que el salmorejo se suele enriquecer con atún, huevo o jamón.
Ingredientes (4 personas)
- 12 tomates
- ½ calabacín
- 1 zanahoria
- 6 espárragos verdes
- 1 cebolleta
- 12 ajos frescos
- 1 diente de ajo
- 150 gr. de miga de pan
- 2 lonchas de jamón ibérico
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Preparación
Limpia los tomates, retírales el pedúnculo, córtalos en cuartos y colócalos en un bol. Tritúralos con la batidora eléctrica. Para eliminar las pepitas y los trozos de piel, pasa la crema por un colador.
Corta la miga de pan en trozos pequeños y añádelos a la crema de tomate. Deja reposar durante 15 minutos.
Pela el ajo, lamínalo y añádelo al bol. Echa 150 ml. de aceite de oliva y pon a punto de sal.
Tritura todo con la batidora eléctrica hasta que quede una crema fina y homogénea. Enfría el salmorejo en el frigorífico.
La Receta del Salmorejo permite la adición de condimentos que eliminen el efecto de sopa. Podemos añadir picatoste, huevo picado, jamón, etc. En algunas zonas de Andalucía se le añade incluso Bacalao Ahumado. Nosotros hemos optado por una variante un tanto especial pero no menos gustosa:
Pica la zanahoria, la cebolleta, los ajos frescos, los espárragos verdes y el calabacín con piel en daditos pequeñitos y saltea las verduras en una sartén con un chorrito de aceite. Sazona.
Sirve el salmorejo, coloca en el centro una porción de verduras salteadas y espolvorea con el jamón picado. Rocía con unas gotitas de aceite y decora con una ramita de perejil.
¡Buen provecho campistas!